Being a mom and a professional today
By Alina Marquéz, Customer Experience at Coderio.
Son las tres de la tarde y estoy sentada frente a la compu, trabajando. A mi lado, en un cochecito, duerme plácidamente un bebé de un año y medio. Si hace apenas dos años alguien me hubiera dicho que esta secuencia era posible, no lo hubiera creído.
Hoy es moneda corriente pero hasta hace no mucho desarrollarse profesionalmente desde la comodidad de tu hogar era mala palabra. Aún hoy, para algunas empresas, maternar y trabajar parecen caminos opuestos.
Sin embargo, con la certeza de que con esfuerzo y compromiso los sueños se hacen realidad, a principios de 2020 me embarqué en la hermosa aventura de ser madre.
Cortar el loop
Era un mundo pre-pandémico y me encontraba viviendo en una ciudad lejos de mi familia y amistades. Trabajaba en una oficina de lunes a viernes, de 9 a 18 hs. Los días pasaban, la rutina me agobiaba, me sentía atrapada en un loop cotidiano. Algo me faltaba, no podía imaginar toda la vida así, siempre igual.
Esa incomodidad me llevó a replantearme muchas cosas de mi vida de ese entonces y, cuando al fin mi mente silenció esos pensamientos mecánicos un tanto boicoteadores, mi corazón alzó su voz. Lo escuché y, de pronto, me encontré en una clínica de fertilidad iniciando un tratamiento para ser mamá.
¿Fue fácil? No. ¿Fue simple? No. Pero no hay dudas de que fue con el amor y la convicción de que este nuevo camino me llevaría a lograr muchas cosas que hacía tiempo deseaba.
Surfear la ola
El escenario no acompañaba mucho: inicio de una pandemia, crisis laboral y todo un futuro lleno de incertidumbre. ¿Quién pensaría que en ese contexto sería posible gestar, mudarse y cambiar de trabajo? Bueno, no lo analicé mucho y lo hice, convencida de que lograría acomodar mi trabajo con la nueva vida que pronto llegaría.
Al principio pude disfrutar de los primeros meses de embarazo mientras comenzaba mis objetivos profesionales desde cero en una nueva ciudad, esta vez, cerca de mi familia, pero sin un futuro laboral del todo claro.
Comencé a moverme, a buscar contactos, a coordinar reuniones para contar lo que yo hacía y ver si podía comenzar a trabajar. Durante un corto tiempo conseguí un puesto de asesora que me permitió administrar mis tiempos, trabajar desde mi casa, pero el sueldo no alcanzaba: tenía que buscar otro trabajo más.
¿Bajar los brazos? Jamás!
Ya con una panza bastante crecida y transitando un embarazo feliz, seguí buscando esa oportunidad que me permitiera darle prioridad a mi familia. Y así apareció la posibilidad de trabajar en una empresa con una cultura muy diferente a las corporaciones a las que estaba acostumbrada.
Me recibió un muy lindo equipo de trabajo: a mí y a mi panza de 8 meses! De alguna manera tenía cierta flexibilidad para maternar y trabajar. Pero, aún, mantenía esa nueva modalidad de trabajo híbrida que combinaba horas de oficina y horas de trabajo en casa.
Seguía imaginando esa vida que muchos ya estaban disfrutando: el trabajo 100% remoto. Hasta que un día, buscando y buscando -porque de eso se trata-, lo encontré. Había una empresa de software development que estaba buscando personal. Se trataba de Coderio y, entre sus más destacados beneficios, ofrecía modalidad full remote, horario flexible, días libres y tres semanas de vacaciones para todo el team, sin distinción. Parecía un sueño.
Por supuesto que apliqué y, luego de una etapa de selección, aquí estoy, viviendo esa vida que hace tanto tiempo imaginaba y ahora se está haciendo realidad.
Hoy puedo
Hoy puedo poner en primer lugar la crianza de mi hijo, acompañarlo en sus primeros pasos y, a la vez, trabajar cómodamente desde mi casa, cerca de mi familia y amigos.
Hoy puedo disfrutar de una mejor administración de mis tiempos, de un equilibrio entre mi vida personal y profesional. En fin, de una buena calidad de vida.
Hoy soy parte de una hermosa cultura de trabajo y gran clima laboral en una empresa que entendió todo.
Por toda esta experiencia de vida, hoy puedo afirmar que, si deseas algo con todo tu corazón y estás totalmente convencido de tu capacidad y esfuerzo, todo se acomoda y las oportunidades empiezan a asomarse para lograrlo. Solo es cuestión de confiar.
By Alina Marquéz, Customer Experience at Coderio.