By Silvana Molina, Bachelor in Communication & Service Delivery Manager at Coderio.

Una organización matricial es una estructura de empresa donde los equipos dependen de varios líderes. El diseño matricial mantiene una comunicación abierta entre los equipos y puede ayudar a las organizaciones a crear productos y servicios más innovadores.

Definición Asana, 2023

Mucho se ha escrito sobre liderazgo, ownership y estructuras matriciales en las organizaciones. La literatura abunda, y estas líneas no pretenden ser un paper teórico sobre cómo empoderar a los equipos, ni mucho menos debatir acerca de las bondades de tener un equipo sólido con capacidad de gestión, resolución y autonomía en la toma de decisiones. 

Todos estos puntos tienen buena prensa. ¿Qué CEO o líder en sus cabales no preferiría dedicar su tiempo y esfuerzo a lo que mejor sabe hacer para generar valor en su organización? 

El Principito lo ancitipó

Siempre que pienso en este tópico me viene a la mente cierta obra literaria que seguro conocerás, porque atraviesa todos los momentos de nuestra vida y con cada nueva lectura se abren más interpretaciones. 

Me refiero nada menos que a “El Principito”. En su capítulo 10, nuestro cosmonauta llega a un planeta en donde habita un rey que, paradójicamente, no gobierna a ningún pueblo, ya que está solo en su planeta. 

A pesar de ello, este personaje pronuncia una frase realmente sensata y aplicable a nuestros tiempos: “Si yo ordenara a un general convertirse en ave marina y el general no obedeciera, no sería la culpa del general. Sería mi culpa”.

The Little Prince, Chapter 10

En general, creo que esta frase es clarificadora porque nos permite analizar cualquier tipo de autoridad en los tiempos que corren. 

Pero, en esta oportunidad, me parece una buena metáfora para repensar lo que se le pide o lo que se espera de las organizaciones, como si estas fueran entidades absolutamente autónomas y escindidas de la sociedad en la que vivimos.

El liderazgo que queremos vs. el liderazgo que heredamos 

En mi carrera profesional me ha tocado formar parte -directa e indirectamente- de grandes corporaciones de rubros muy distintos: telecomunicaciones, entretenimiento, oil&gas, turismo, entre otras; donde tuve la oportunidad de involucrarme en espacios heterogéneos y multidisciplinarios, ejerciendo el rol de liderazgo de proyectos. 

A lo largo de estos 14 años como Project Manager, he participado de innumerables charlas y debates sobre cómo lograr que los equipos se empoderen. Cómo hacer que los entornos alcancen el ownership esperado para que el proyecto salga adelante. Pero esto no siempre ocurría. 

A veces, porque las personas que conformaban el equipo no tenían el conocimiento suficiente. Pero, en la mayoría de los casos, se debía a que quienes estaban acostumbrados a tomar las decisiones -directores o gerentes, por ejemplo- no estaban dispuestos a ceder el mando y compartir ese “espacio de poder”. 

Entonces -tal como le dice el rey al Principito-, si yo le pido a un equipo dentro de una organización que funcione matricialmente, pero en la propia estructura existen otras jerarquías que comandan el funcionamiento de esa micro-sociedad, esa organización podría no estar funcionando de acuerdo a los criterios de matricialidad. 

¿Quién falló? ¿La organización o la premisa?

En busca de la verdadera horizontalidad

Tampoco pretenden estas líneas develar el quid de la organización social, ni entrar en conflictos sobre lo incuestionable de vivir en democracia. 

Pero estoy convencida de que para que el empoderamiento ocurra se debe trabajar desde las bases mismas del contrato social, donde cada una de las personas que componemos ese entretejido nos comprometamos a tomar las riendas de lo que hacemos y estemos abiertos a escuchar otras voces, así como también darles el espacio. 

En definitiva, acostumbrar el oído a que las decisiones pueden ser tomadas por los “hacedores” de esas ideas, aunque no ocupen un puesto jerárquico. Y que, al mismo tiempo, cada individuo se autoperciba capaz de “tener” y ejercer ese poder de definición.

Como Service Delivery Manager en Coderio creo que nos encontramos en ese punto de inflexión donde el cambio es posible. Somos testigos de un gran trabajo transformacional que ya viene ocurriendo en muchos equipos de distintos sectores, en frameworks de trabajo que promueven la autonomía. El poder de decisión como entidades capaces de generar valor. 

Por supuesto que aún queda un largo camino por recorrer en la evolución de ese mindset, en su completa definición: “Conjunto de creencias, conocimientos, actitudes, sentimientos y emociones que tenemos en nuestra mente y que determinan nuestras decisiones en la vida”. Es lo que quienes venimos de las filas académicas de las Ciencias Sociales conocemos como “cosmovisión del mundo”.

Porque podemos quejarnos y esperar que las organizaciones se transformen hacia modelos matriciales o podemos, también, cada uno desde su lugar, ser promotores de ese cambio.

By Silvana Molina, Bachelor in Communication & Service Delivery Manager at Coderio.